derecho de desistimiento

El derecho de desistimiento es lo que conocemos habitualmente como una devolución. Cuando compramos un producto, no siempre estamos satisfechos con él, ya sea porque no se ajusta a lo que queremos, o porque simplemente nos arrepentimos de haberlo comprado. En estos casos, por término general, realizamos una devolución siempre y cuando esté permitido (si compramos ropa interior, por ejemplo, a veces no se puede devolver por una cuestión de higiene).

En el caso de los servicios ocurre lo mismo. Cuando firmamos un contrato de servicios, la ley de Consumo garantiza una serie de supuestos en los que, legalmente, podamos rechazar las ofertas, promociones, publicidad o las compras o contrataciones a distancia que hayamos realizado.

A pesar de esto, es necesario precisar que no siempre se puede ejercitar este derecho, y en este artículo queremos contarte los casos en que podrás, legalmente, acogerte a este derecho.

¿Qué es el derecho de desistimiento?

La citada Ley de Consumo define el derecho de desistimiento como «la facultad del consumidor y usuario de dejar sin efecto el contrato celebrado, notificándoselo así a la otra parte contratante en el plazo establecido para el ejercicio de ese derecho, sin necesidad de justificar su decisión y sin penalización de ninguna clase«.

En este sentido nos encontramos con diferentes partes dentro de este enunciado:

  • El contrato que hemos formalizado con una empresa o autónomo y que en el ejercicio del derecho de desistimiento quedará sin efecto.
  • La notificación del ejercicio del derecho de desistimiento a la parte que ofrece el servicio, en los plazos y de la forma en que se haya informado en el contrato.
  • La no obligación de justificar esta decisión en forma alguna.
  • La no penalización del consumidor por ejercitar este derecho.

Así mismo, por su parte, el empresario deberá informar en todos los casos de que el consumidor tiene reconocido este derecho, siempre y cuando la ley le obligue a ofrecerlo. Para ello el contrato debe contener una cláusula específica que informe de forma precisa y fácilmente comprensible sobre:

  • El derecho del consumidor a desistir este contrato.
  • El procedimiento para el ejercicio del derecho de desistimiento, incluyendo la información sobre la forma de devolver el producto o la manera en que se cortará el servicio.
  • En el momento en el que el consumidor ejercite este derecho, el empresario deberá entregar también el documento de desistimiento al usuario, con su nombre y dirección personal.

Todo esto, pudiendo probar el empresario que esta información se transmitió de forma efectiva al consumidor o usuario de sus servicios.

¿Cómo se ejercita el derecho de desistimiento?

Como hemos comentado, es más que suficiente con notificar, de la forma en que se explique en el contrato, que se quiere ejercitar el derecho de desistimiento. En este momento, el consumidor, en el caso de que haya recibido un producto, deberá devolverlo, y recaerá en él la obligación de probar que así ha sido en caso de que se solicite.

¿Tengo que pagar por ejercitar el derecho de desistimiento?

El ejercicio de este derecho no implica, per se, el pago de ninguna cuantía. Este ejercicio debe de ser completamente gratuito para el consumidor, sin que, como hemos comentado, sea necesario dar ninguna explicación.

A pesar de esto, en el caso de que nos hayan enviado un producto y debamos devolverlo, el propio contrato debe contener un apartado en el que se explique a cargo de quién corren los gastos del envío del producto para su devolución. Recuerda: Siempre deben informarte antes sobre esto.

¿Cuál es el plazo para ejercitarlo?

El plazo habitual que tenemos para ejercitar este derecho es de 14 días naturales desde la firma del contrato o desde la recepción del bien, sin embargo, esto es un plazo mínimo que puede ampliarse en el caso de que el empresario lo considere oportuno.

En el caso de que no se haya informado en el documento contractual de que el plazo es de esta cantidad de días, esto se ampliará a doce meses desde el final del periodo de desistimiento predeterminado, contando a partir de la firma del contrato o la recepción del producto.

Por este motivo, siempre debemos leer los términos y condiciones de nuestros contratos, sobre todo en los casos en que estemos pagando una gran suma de dinero.

¿Cómo se lleva a cabo la devolución del dinero?

El plazo para la devolución de los importes abonados por el consumidor es de catorce días. Esta devolución deberá hacerse efectiva sin ningún tipo de retención en gastos y sin ningún tipo de demora. A pesar de que estos son los plazos, por término general las devoluciones se realizan de forma rápida, en plazos cortos e incluso instantáneos.

Un consejo para agilizar estos trámites es que realices los pagos con Bizum, de esta forma, las devoluciones se hacen de forma instantánea.

Ahora bien. Imagínate que el empresario no te ha devuelto, en el plazo previsto, el importe que has reclamado en virtud del ejercicio del derecho de desistimiento. En este caso, podrás reclamar por duplicado las cantidades adeudadas en tu cuenta, sin perjuicio de solicitar una indemnización por daños y perjuicios ante el sistema arbitral de consumo o ante los tribunales de justicia.

¿En qué casos puedo ejercitar el derecho de desistimiento?

Dependiendo del tipo de compra que hayas realizado tendrás unos plazos u otros, y existen ciertos casos en los que no es posible ejercitar este derecho por las razones que te comentaremos a continuación.

En los casos en que realices una compra en un comercio online o en los contratos que se firmen de forma telefónica siempre tendrás derecho de desistimiento en un plazo de catorce días naturales.

En otros casos, el derecho de desistimiento en compras y contrataciones a distancia puede no estar disponible cuando:

  • El servicio ha sido completamente ejecutado, siempre y cuando exista consentimiento expreso del consumidor y del usuario.
  • Bienes o servicios en los que el precio dependa de las variaciones del mercado financiero.
  • Bienes confeccionados a medida para el consumidor, como por ejemplo un traje o vestido a medida.
  • Bienes que puedan deteriorarse o caducar pronto, por ejemplo los bienes perecederos.
  • Grabaciones, vídeos o programas en formato físico que hayan sido usados o desprecintados.
  • Contratos que se hayan realizado mediante una subasta pública.
  • Servicios que prevean una fecha o un periodo de ejecución específicos.
  • Contenidos digitales que no se prestan en soporte material.
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